Y además
Julie, una parisina de treinta y tantos años, regresa con su prima Coline a la casa familiar de Loire-Atlantique. Ella perdió a su marido hace poco. Está embarazada de siete meses y medio. Julie y Coline esperan al resto de la familia. Todos se reúnen en la casa de la playa porque el tío Albert quiere venderla para obtener su parte. De la historia emerge un ambiente festivo con sus grandes mesas familiares, salpicadas de chistes y discusiones teñidas de nostalgia, ya que todos creen que deben pasar su último verano en la casa de la playa.
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- Los recuerdos de nuestros más felices veranos florecerán de nuevo con su lectura.
- Víctor L. Pinel es un autor a seguir muy de cerca por los amantes de las mejores novelas gráficas.
Alberto (propietario verificado) –
Un cómic fantástico. Muy recomendable.
Pau –
Mi librero me recomendó ‘La casa de la playa’ asegurándome que me recordaría a las historias de Zidrou (mi guionista favorito). Una vez más, no falló. Séverine Vidal y Víctor L. Pinet nos cuentan una preciosa historia de recuerdos, encuentros familiares, de pérdidas y experiencias veraniegas. El dibujo de Pinet, de trazo muy limpio y claro, fue atrapándome al tiempo que lo hacía la historia de Vidal, que se construye pausadamente. Sin ser una obra maestra, conmueve y emociona como pocas.
PD. Por supuesto, seguiré escuchando atentamente a mi librero.